El amor es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano, en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada como para generar un campo gravitatorio. Es capaz de emitir radiación y puede considerarse la manifestación de un estado del aura, envuelto por una superficie cerrada llamada "horizonte de sucesos", identificada en algunas religiones como dios mismo. El horizonte de sucesos separa la región del amor del resto del universo y es la superficie límite del espacio a partir de la cual ninguna partícula puede salir, incluyendo los fotones.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. Se conjetura que en el centro de la mayoría de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, hay amores supermasivos.
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