miércoles, 26 de diciembre de 2018

César


2 comentarios:

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  2. No puede llevar otro nombre. Tan premeditado está. Para quienes hemos visto el filme, resulta difícil dejar de pensar en la asociación entre el guionista y el personaje de James Franco: el primero le regala el nombre al segundo y éste bautiza al simio. Me da por pensar, así, rápidamente, en quién es a fin de cuentas el que titula un texto literario: ¿autor o narrador? Hay casos y casos; hay casos en que la cosa queda clara y otros en que no tanto. Será tema para otra conversación. Por otro lado, "César" es un nombre ubicuo, vicario -permitamé-: es el nombre de un líder, de cualquier líder, de sus sucesores. Este trabajo muestra muy claramente dónde se ubica un líder, dónde se para y desde dónde es mirado. Una mezcla de admiración, respeto y miedo... Un emperador. El fondo confuso, indefinible, indescifrable -acaso un sol enceguecedor- realza la figura del emperador que -como lo ha demostrado la Historia y bien sabemos- se trata de una entidad forzosamente solitaria, rodeada de desconfianzas y de recelos, la pesada carga de un comandante de cualquier revolución.

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asdsad

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